sábado, 9 de julio de 2011

4ª inmersión en Argelia

36 min, 20 metros, 26º
Con el mismo club con el que hicimos la tercera inmersión y que se convirtió en la primera inmersión de mi vida sin ningún tipo de incidente, pues hemos decidido volver.
Me dan un shorty (traje corto), nunca he hecho submarinismo con este traje pero, aunque me encuentro un poco (o mucho) ridículo, me encuentro cómodo y con ganas de probarlo.
Esta vez, el lugar de la inmersión es en Bord de l’Aise, una roca a 3 km de la costa que sobresale un poco entre el mar y que va cayendo y cayendo hasta los 60 metros de profundidad. Aun con el fuerte oleaje que hace, se sigue viendo.
Normas de la inmersión: 20 metros máximos.
Iremos Nacho y yo con Serge, un francés de unos 40 años que aunque creo que no es instructor, es submarinista experimentado.
El lugar es de lo más bonito que he visto bajo el mar, del nivel de la herradura en España. Todo va perfecto hasta que, a los 10 minutos, veo a Nacho ir a toda prisa a avisar a Serge y a hacerle señales de subir. Por suerte y aunque ya habíamos bajado a 20 metros, en ese momento estamos solo a 6 pues estamos cambiando constantemente de nivel. Nacho hace señales de subir rápido mientras que el francés le tiene que repetir mediante señales de que no podemos subir tan rápido. Yo sinceramente, no estoy a gusto con esta subida de emergencia porque esto es muy peligroso y Nacho no ha indicado donde está el problema y en ese momento no sabes el motivo (vete tú a saber si era el aire). No quiero verme en una situación como la del día anterior que estuve…… (a preguntar personalmente lo que paso el jueves y lo diré por mensaje privado).
Llegamos a la superficie y Nacho nos comunica que le duele en exceso el oído (no es la primera vez, ya le paso en la primera inmersión). Tras hablar con él, decide quedarse en el barco y yo junto a Serge bajamos de nuevo (me quedan 150 bares, de sobra).
El fondo es espectacular, peces por todos lados, vegetación abundante e incluso 2 pulpos agazapados en una roca. Lo que si impresiona es ver como la roca sigue bajando y no sé si te  dan ganas de seguir bajando o te asusta.
Otra vez a 20 metros y fluctuando, perfecta la inmersión y como estipulado, aviso cuando estoy a 100 y a los 60 iniciamos ascenso.
Aquí otro incidente: el paracaídas de señalización no funciona bien y arrastra a Serge para arriba, pues… yo le sigo aunque no me guste, pero pienso hacer lo mismo que el. Es llegar a superficie y volver a bajar para compensar. Lo intenta de nuevo pero pasa lo mismo, otra vez estamos en superficie y volvemos a tirarle para abajo.
No sé a qué profundidad, el ordenador nos ordena hacer 3 minutos de compensación y decidimos pasar del paracaídas. Durante esos 3 minutos, la corriente nos balancea por lo que tengo que sujetarme fuerte a una roca y ahí es donde me pincho con un erizo (superficial). Una vez hecho todo, salimos a superficie y, esto han sido 36 minutos bajo el agua con una de las mejores inmersiones que he hecho pues no solo el paisaje ha sido digno de ver, sino que he controlado mi respiración y no he consumido mucho más que mi jefe de palanqueta.

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